14.8.09


Cuentan que una noche, en primavera, una niña se escapo, que corrió por las aceras en busca de un loco amor. Dicen que caminaba sin rumbo, que su mirada en la vieja luna se fijo. Se paró en aquel banco y desde allí todo le explicó. Una historia de sombras, de lágrimas sin amor, un camino difícil que el pasado no borró. Decía la niña llorando que entre silencios aprendió, a base de duras miradas y reproches que siempre calló. No recordaba caricias, besos o muestras de amor, de su mente cada grito los buenos recuerdos borro. La luna lentamente su luz apagó, dicen que cada palabra en una estrella se marco, que el recuerdo de una niña cuya infancia perdió permanece hoy en un cielo que late al son de su corazón.