Yo también quiero enamorarme. Quiero sentir la necesidad imperiosa de tener al ser amado en cada segundo del día y de los días a mi lado. Sentir la angustia de su ausencia, el corazón contraído al saber que su encuentro está próximo. Quiero no poder conciliar el sueño de tantas ilusiones y anhelos, pensar que no hay nada que pueda ser mío que no sea para el.
Yo también quiero enamorarme. Sentir que podría morir de amor, que de tanto amarlo a tiempos pueda odiarlo. Quiero perderme mil veces en su aliento, mil otras en su cuerpo. Quiero sentir que nací para besarlo, para comernos despacito, sin olvidar un solo centímetro de piel y corazón. Que cuando se aleja, me duele el cuerpo, que su nombre arde en mis labios aún tibios de los suyos.
Yo también quiero enamorarme. Dejarlo todo por el, que si no lo he conocido, no he vivido. No poder importarme del mundo si el está conmigo, si el me dice que me ama. Contemplarlo, dormir y lanzarme al abismo de sus sueños, y hacerme testigo de cada pequeña bifurcación, de los más insignificantes detalles, pero si son suyos, son los más sublimes.
Yo también quiero enamorarme. Enloquecer de amor, perder la cabeza y los pies. Inventar palabras para el, para hablar de nosotros, un mundo perfecto para nuestra imperfección. Necesitar de el, de su voz por las noches, por las mañanas y si es posible todos los días de mi vida - porque para entonces ya sabría que mi vida sería con ella o no sería-
Yo también quiero enamorarme. Estremecerme con cada roce, que su piel contra la mía fuera el más intenso de los fuegos, sentir que podría consumirme en deseo.
Yo también quiero enamorarme. Y sufrir, y sentir que mi cuerpo se pierde y se destroza. Y odiar, y comerme el dolor y no dejar de comerlo. Sentir mis ojos hartarse de llanto, mis manos de polvo, mi corazón de sangre, mis pies de frío.
Yo también quiero enamorarme. Que hacer el amor sea volando, que sea el amor él que nos haga. Tomar su vida con mis dos manos y saciarla a destajo, hacerme parte de el, finalmente vivir en el, como el órgano mas secreto y susurrarle al oído secretos negros y palabras enajenadas.
Yo también quiero enamorarme. Y sentir tanto miedo como gozo. Estar a cada instante al borde del abismo, no saber nada de nada, perder todo lo ganado, pero si lo tengo a ella, haber ganado el éter más perfecto.
Yo también quiero enamorarme. Aferrarme con los dientes a sus piernas si algún día decide marcharse, hacerme la mas fuerte de las mujeres para retenerlo una noche más - una eternidad-
Yo también quiero enamorarme. Construir mi nido en sus ojos, hacer de su humanidad mi hogar. Luchar contra el más caprichoso de los mares, no ceder, no bajar la mirada, no apagar mi voz. Ser eterna en el
Yo también quiero enamorarme. Agotar mis oportunidades en tierra por su amor, no dejar minutos en el reloj en los que no se perfile su nombre ni su silueta. Grabar en cada rincón del mundo y de mi piel su olor.
Yo también quiero enamorarme. Gritar y destrozarnos, y aun así no poder soltarnos. No ser capaz de tenerlo cerca y no besarlo y no entregarme y no tomar su corazón y llevarlo puesto.
Yo también quiero enamorarme. Y no pasar día de la semana y de los años sin decirle a quien se atraviese en mi camino, que amo a un hombre. Y que no haya quien no lea en mis ojos ni escuche en mi lengua que amo, que realmente amo. No que amo dos días a la semana, pero que amo esos 365 días con sus segundos, sus minutos y sus horas y que amo también mas allá de los años , amo eternamente, perpetuamente.
Yo también quiero enamorarme.
Me niego a ser una mujer que no ame, me niego a la calma, al dejo, al miedo, a las escondidas.
Me niego, y en esto - escuchen bien que no cederé- a no amar.
Si vienes a mí encuentro y no traes el deseo de amar y de amarme, no vengas. Que lo quiero todo o no lo quiero.